martes

Nùcleos y catálisis (Barthes)


Dentro de las funciones distribucionales, no todas poseen la misma importancia. Algunas constituyen verdaderos “nudos” del relato; otras sólo “llenan” los espacios narrativos que median entre los nudos.
Barthes llama núcleo o funciones cardinales a las que corresponden a las acciones principales o nudos del relato. Estos núcleos constituyen los momentos de riesgo del relato: abren alternativas en función de las que la historia puede ser modificada (si, por ejemplo, la acción de disparar se suprime, la historia, efectivamente, sería otra).

Núcleos: tienen ligazones lógicas y cronológicas.

A diferencia de las funciones cardinales o unidades nucleares que constituyen el esqueleto del relato, las catálisis (el perro ladra, el participante contesta) son de carácter complementario y corresponden a las acciones secundarias que, al modo de remansos, distraen o detienen el relato y mantienen el contacto entre narrador y lector.

Catálisis: acciones secundarias, se ubican alrededor o entre los núcleos. Funcionalidad atenuada pero no nula. Tienen una ligazón sólo cronológica. Son funcionales en la medida en que entran en relación con un núcleo.

Del mismo modo que la frase posee un número limitado de núcleos que establecen entre sí una relación de concordancia, también el relato, que Barthes concibe como una gran frase, se constituye como sistema de correlaciones.
Los núcleos y catálisis establecen una relación de implicancia, esto es, de subordinación de las catálisis a los núcleos de la historia. Las catálisis dependen del núcleo, es decir sólo poseen funcionalidad en la medida que entran en relación con el núcleo. De todos modos, se trata de una funcionalidad puramente cronológica (describen los momentos de la historia), a diferencia de la funcionalidad doble —cronológica y lógica— que opera en las funciones cardinales que se vinculan cronológica y causalmente: la acción de huir es posterior a la de disparar y, a la vez, consecuencia de ella. Por lo tanto, las funciones nucleares son unidades consecutivas y consecuentes: lo que viene después, afirma Barthes, es leído como causado por. Este es el resorte de toda actividad narrativa.

“…la función constante de la catálisis es, pues, en toda circunstancia, una función fática (para retomar la expresión de Jakobson): mantiene el contacto entre el narrador y el lector. Digamos que no es posible suprimir un núcleo sin alterar la historia, pero que tampoco es posible suprimir una catálisis sin alterar el discurso.” (Barthes)

2 comentarios:

  1. Anónimo18:35

    excelente

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  2. Gracias.

    Muy concisa y precisa en su explicación, me gustaría suscribirme a su blog pero no sé cómo.

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